Época: Primera Mitad I Mile
Inicio: Año 650 A. C.
Fin: Año 500 D.C.

Antecedente:
Primera Mitad I Milenio
Siguientes:
Creación culturas iranias
Reino Medo
Dinastía Aqueménida
Estructuras Imperio Persa



Comentario

Territorios muy alejados, pero históricamente vinculados al Próximo Oriente, padecen situaciones análogas en este traumático paso a la Edad del Hierro. En efecto, en los países situados al este de Mesopotamia se ha ido produciendo lentamente, desde antes del cambio de Milenio, la penetración de los indoiranios, de entre los que van a destacar dos pueblos asentados en la parte occidental del Irán: los medos y los persas, que relativamente pronto se van a organizar bajo la forma monárquica como reflejo de la realidad circundante. A finales del siglo VII el reino medo comienza a intervenir activamente en la política mesopotámica y gracias a su alianza con Babilonia consigue tomar Nínive en 612, lo que marca el principio del fin de Asiria y el auge de Media y Babilonia. Sin embargo, a mediados del siglo VI Media es absorbida por la dinastía Aqueménida, artífice del Imperio Persa, que comienza así una irresistible expansión y que culmina antes de la conclusión del siglo con la anexión de todos los territorios que forman parte del Próximo Oriente, incluido Egipto, que ya antes había experimentado la conquista asiria.
Por tanto, podemos afirmar que la segunda mitad del I Milenio no va a ser más que la historia del Imperio Persa, con sus vicisitudes locales, hasta que desaparezca ante el fulminante avance del ejército macedónico capitaneado por Alejandro Magno. El triunfo del macedonio aún es causa de perplejidad, pues el potencial en el que se fundaba el poderío del Gran Rey y el del dinasta eran tan abismalmente desequilibrados que no se puede achacar exclusivamente a la capacidad táctica de Alejandro o al arrojo de sus soldados el resultado de la confrontación. En realidad, Alejandro no hace más que someter a una prueba irresistible al Imperio Persa: la de la coherencia de sus estructuras. Y éstas se manifestaron tan frágiles que nuestro asombro ahora está causado por la posibilidad de haber mantenido la ficción imperial de un modo tan inconsistente.